sábado, 17 de marzo de 2012

Tuk y su amigo el lobo

Tuk había llegado con su tribu hacía apenas dos días, así que todavía estaban arreglando sus pocas cosas en la cueva. El invierno había sido muy duro y habían muerto muchos de la tribu, entre ellos los padres de Tuk. Había muy poca caza, la tribu tenía que desplazarse para buscar comida, Tuk odiaba cambiar tanto y le hubiese gustado quedarse siempre en el mismo sitio pero sabía que eso no podía ser.
Pronto surgieron problemas en su nuevo hogar, una pareja de lobos se había establecido cerca de la tribu y competían con ella en la captura de animales. Así que un día los guerreros los siguieron hasta su guarida y los mataron.

Tuk era muy joven y nunca había visto una lobera, así que se acerco a la cueva a ver qué pinta tenia, para su sorpresa en lo más profundo de la madriguera encontró un cachorro escondido, que los cazadores no habían visto por eso se había salvado. A pesar que el lobo es el principal enemigo de la tribu, el cachorro le dio mucha lástima, así que decidió llevarle un poco de alimento cada día y pasarse un buen rato con él. De tal manera que se hicieron muy amigos y cuando iba solo por el bosque en busca de comida, el lobo le acompañaba a todas partes.

Pronto empezaron a cazar juntos. Todo iba bien hasta que el brujo de la tribu empezó a sospechar del joven. Y lo siguió para ver que ocultaba, al descubrir su secreto se enfado mucho y decidió volver con los cazadores para matar al lobo, para fortuna de Tuk un anciano entendió mal y pensó que iba a matar al joven, así que decidió avisarle para que huyera y no lo asesinaran.
Cuando Tuk se entero comprendió que al que querían matar era al lobo, así que decidió huir con él a los más profundo del bosque para que nunca los encontrara y no pudieran matar al lobo.
La tribu se marcho y como no lo encontraron pensaron que había muerto. Pasaron algunos años y tras un invierno muy duro, regresaron al mismo sitio.
Pero esta vez no conseguían encontrar animales para cazar.
Cuando ya se daban por perdidos apareció el joven trayéndoles un ciervo gigante que había cazado.

-          - ¿Cómo lo has hecho? –le preguntaron
-          - Yo tengo una ventaja, el olfato de mi amigo el lobo.-Dijo

 Así que la tribu comprendió que podía convertir algunos animales en amigos y aliados. Con el tiempo probaron con otros animales, incluso con algunas plantas, con lo cual pudieron quedarse más tiempo en el mismo sitio. Todo gracias a la bondad de un muchacho que estaba solo en el mundo y quiso ayudar a otro huérfano.

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